RECOMENDACIONES BÁSICAS

Cómo cuidar Juníperos Mizu:

Dado que el crecimiento del junípero es lento, su cuidado es relativamente sencillo. La tarea es conocer todo sobre la especie, sus características, y su ciclo… qué, cómo, cuándo, con qué, por qué… etc… y elaborar una bitácora que incluya fotos o dibujos, donde se registren todas las acciones referentes al bonsái.

Con cariño y paciencia procurar:

- LUZ Y AIRE (Lugar y espacio convenientes)
- AGUA
- ABONO
- REMEDIOS

Observarlo a diario, que esté sano, libre de plagas y enfermedades. Preguntarle qué quiere, qué necesita...

Ubicación y riego:

Lo primero es darle un lugar especial, (nunca sobre el piso ya que puede calentarse demasiado y dañar el bonsai), donde reciba una buena cantidad de sol preferentemente el de la mañana hasta medio día. Y regar diario, durante la mañana o por la tarde ya que haya bajado el sol. Riego abundante en verano y también le favorece la pulverización de la copa, y moderado en invierno.

Si está a la sombra deberá estar en un lugar ventilado, y se regará cada tercer día.
No tenerlo más de una semana a la sombra ya que necesita luz de sol. Entonces regresarlo a sol durante una semana antes de volver a la sombra. Procurar no fatigrlo con cambios bruscos de lugar y colocarlo el mismo lugar durante su estancia en la sombra y en el mismo lugar durante su estancia al sol.

Abonado:

Como todas las plantas requiere alimento. El junípero se abonará cada 6 meses, de preferencia con abono orgánico que se puede encontrar en la mayoría de los viveros. Se abonará durante primavera y otoño, usando una dosis proporcional a la recomendada en la instrucción del abono.

Poda:

Se realiza durante la época de crecimiento. El "pinzado" es la técnica que se utiliza en esta especie, se trata de cortar las puntas para amentar el follaje y continuar con el diseño proyectado. Se hace con las puntas de los dedos eliminando los brotes nuevos que sobresalen de la forma de la copa. Si hay que podar una rama se hará con tijera y durante otoño.

Transplante:

Se debe realizar cada 3 años o más, al comienzo de primavera. Durante el trasplante se deben podar las raíces, especialmente la raíz principal, pero sin cortar demasiadas raíces finas. Durante el trasplante conviene sacar bien cualquier parte de raíces podridas y eliminar bien toda la tierra vieja, así como evitar que se sequen las raíces en contacto con el aire. También hay que aprovechar a podar las ramas no deseadas. Como mezcla de sustrato podemos usar 100 % Akadama, o mezclada con un 30% de grava volcánica. Una alternativa sería otra mezcla a base de: 30% de arena gruesa o material equivalente (tierra volcánica, etc.), 60% de mantillo y 10% de turba. O también tierra de hoja de encino mesclada con jal, 70% y 30% respectivamente.

Alambrado:

Es para darle forma al árbol, se hace prepefentemente con alambre de cobre en varios calibres dependiendo del grosor de la rama. Puede realizarse durante cualquier época del año, excepto en primavera para no dañar las yemas de los nuevos brotes, aunque preferiblemente de otoño a invierno. Alambrar lo justo y sólo cuando otras técnicas de modelado no puedan utilizarse o no hayan conseguido los efectos deseados.

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